Milagro
Sé lo que haces entre las sombras sosteniendo un juego de miradas con el abismo: reconozco cuando se ha desafiado la oscuridad a un duelo. Con honor él lo ha aceptado y —sin lugar a dudas— saldrá vencedor. Sin embargo estás ahí, con firme templanza y digno arrojo, resitiéndote a ser parte de la espiral que persigue a las víctimas arrastrándolas a replicar sus flagelos, a convertirse en monstruos. No habría valentía en plantarse frente al mal si uno fuese invulnerable. No habría heroismo sin miedo. Y sin amor se caería el cielo.