viernes, 21 de marzo de 2025

Concepción

Hacer de la carencia, hábitat;

¡qué extrañas ideas tienes!

La tierra firme bajo el manto oceánico,

el fondo que anhelaba el ancla 

fui yo mismo.

No acepto santa misión:

en vano habría sido

la asistencia al funeral 

del espíritu incorpóreo.

El miedo, arquitecto de toda ilusión,

cree que me va seducir 

con viejos misticismos.

A través del intersticio 

entre sujeto y objeto

se quiere inmiscuir de nuevo 

la usurpadora metafísica

demandando sumisión.

La eternidad está haciendo el ridículo

con su insulso disfraz de presente;

¡tú también sientes palpitar al porvenir!

Con tu piel,

su pulso percutivo

y la vibración de las aguas rebosantes,

el sonido de nuestra futura canción.

No quiero volver al uno, 

quiero el mérito de tu obsesión.

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