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Mostrando las entradas de 2023

sobre lo etario

no me importa cuántos años tengo solo puedo contar mis heridas de guerra las más profundas y destructivas por supuesto  las guerras son las que forjan los calendarios  los días y los noches en batalla son un amalgama indiscernible de tiempos y cuando menos piensas entre trincheras y campamentos te has hecho viejo algunas son la marca abrupta del encuentro entre la piel y el arma enemiga algunas otras son la lenta tortura de la erosión que en el cuerpo dejan las jornadas y sus cargas y de las fricciones lascerantes con la armadura  no me importa cuántos años tengo solo puedo contar mis heridas de guerra tenía once ayer otra vez caí postrado por el borde herrumbroso  y envenenado de una hoja de metal y una palabra me fui a dormir tratando de huir del horror de esta nueva afrenta me desperté atropellado  por la consciencia  el ímpetu del dolor se rehusa violentamente  a ser ignorado no sé si sobrevivir es un milagro o una condena para un enfermero que ent...

Monica Bellucci

¿Recuerdas Sicilia? Armada solo de un dulce presentimiento  me rescataste y desde entonces fue tan fácil existir como ser viento que viene del mar,  como ser esplendor del sol.  Cada vez que te veo en tu mirada destella mi única epifanía. De tu boca un susurro es un hechizo que reviste de sentido a cualquier infortunio.    El valor con el que me lancé al abismo en tu procura solo pudo haber sido  la expresión de la fe más pura.  Fui por ti al infierno y podría volver,  reversaré otra vez el curso de los ríos: todo lo que sea preciso para poderte proteger.  Si todo de ti me dieras no se agotarían tus misterios: ¿cómo vive un infinito  confinado dentro de las fronteras de tu piel? Resguardémonos en la ciudad del castillo o ven conmigo a la ladera de la joven cordillera. A tu capricho seré fiel.  ¿Por qué creiste en mí? ¿Por qué me salvaste del destierro? ¿Cuál milagro, cuál delirio, me ilumino a tu atención? Ninguna virtud me haría me...

Pródigo

He vuelto a casa las hojas amarillas de mi árbol favorito bajan a adornar el jardín.  Mis madres me recibieron  con tiernos abrazos  y organizaron una fiesta para mí. Mis hermanos, ahora lejos,  me dejaron escritas cartas de bienvenida antes de partir para cuando yo decidiera volver.  Ellos son los héroes mas por razones que no entiendo se desbordan en agradecimientos y admiración hacia mí.  Nadie, absolutamente nadie,  reprochó mi ausencia,  mi silencio, mis errores.  Nadie se burló de mis canas, mis arrugas y mi panza. Yo, ciertamente, me siento en deuda,  ellas me alimentan e inspiran para poder retribuir,  aunque sé que nunca me van a cobrar.  Nadie duda, pese a todo, ni siquiera un poco de mi potencial, pero la razón por la que me quieren no es mi potencial. Mi habitación estaba intacta y limpia,  esperándome también con un par de juguetes que sobrevivieron mi infancia,  con un par de pósters de cuando quise...

Sobre el deseo

no puedo hacer caso a un dios astro  que ilumina la consciencia con sus arrebatos se enciende se apaga amanece y mengúa indeciso fluctúa  entre el alba y el ocaso entre el carmín el blanco el amarillo y el naranjo algunas veces eclipsa y otras veces en cambio es eclipsado inconstante impredecible entre las nubes se abre paso o se oculta entre ellas acobardado se insinúa eterno pero solo dura un instante víctimas de un pulso errante confundimos la realidad de la estrella con la manera en la que se manifiesta

Arquímedes

desde las calles de una ciudad siciliana hasta los pasillos de la Biblioteca de Alejandría resuena un canto de triunfo  ¡Eureka! eufórico desnudo absurdo Arquímedes de Siracusa  encontró El Método: cómo saber si la corona del rey es genuina el ingenio del ingeniero dio luz a la mathesis del matemático el sol a través del lente quemó los barcos  la ciencia puede servir al poder o prevenir las ruinas ¿cómo iba a saber un miserable soldado romano que aquel viejo absorto  pudo haber hecho realidad el mito de Talos o haber adelantado por milenios el cálculo del infinito? Arquímedes dibujaba figuras geométricas en la arena hasta que fue atravesado por una de ellas. 

Alcest

capas de la materia tan sutil del alma se sobreponen se armonizan se intercalan intervalos de frecuencias armónicas vibran al unísono  por un efecto fantasmagórico a distancia las oscilaciones lineales del estéreo  abren un portal a dimensiones eneádicas  como por arte de magia en el esquema vacío  de sus relaciones matemáticas se deslizan cromatismos y afectos entre el rosa y el negro entre la noche y el alba acordes que contrastan  la fuerza grávida la ternura calma  atmósferas oníricas y paisajes sonoros de texturas delicadas se superponen se entrelazan envuelven  y absorben a las criaturas aladas quienes olvidaban que la experiencia corporal son canciones sedimentadas