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Mostrando las entradas de 2019

DK 22 B 12

Somos ríos. Somos ríos en los que sobrevienen nuevas aguas. Somos dichas aguas renovadas las rocas sedimentadas  y las almas que van río abajo llevando la sal al océano.  Somos los surcos que serpentean  en una historia invisible para quienes  por vivir apenas un siglo  no recuerdan.  Somos las aguas turbias  pletóricas de vida  y las corrientes subterráneas  que van prístinas al pozo. Somos la dicha de la cosecha y la tristeza de la inundación, la calma sobre la que descansan las hojas  y la violencia que destruye las piedras. Somos el murmullo que crece en remolinos  escondiéndose detrás del silencio.  La savia en el pulso de los árboles la saliva en la boca de los animales.  El vapor que alimenta el rocío impregnando la rivera de frescura,  ascendiendo en torbellinos al cielo.  Somos las nubes serenas y la lluvia que se precipita escabullé...

irreductibilidad

A redes reducido lo que un sistema complejo era antes y las redes separadas a hebras que se derritieron en el aire. Quedó solo una pila de nodos insubstanciales que se desvanecieron al instante.

erosión

un haz de frecuencias interrumpe lo homogéneo del silencio para embellecerlo difusa presencia de la palabra que fractura el paisaje forjando pasajes en medio del valle llevando caudales hacia un río fresco sin ningún esfuerzo

Sesgo de supervivencia

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Has sobrevivido varias batallas: te lo recuerdan las heridas que ahora contemplas aunque no hay tiempo de curarlas. En el eco de las metrallas redoblan himnos de guerras perdidas mientras ves las marcas de las balas en tu cuerpo y en tus alas. Antes de la próxima misión, la intuición que nunca te falla te sugiere reforzar el blindaje de las secciones que fueron perforadas. En ello hay poca razón, pues, superviviente, no detallas que debes cuidar de las zonas no impactadas. Aquellas que se dibujaron en las naves que jamás regresaron a casa. 

FAST

Beat Beat Beat Pause Beat Pause (still) Pause Beat Pause Beat Pause (still) Stop

Magia horrible

Cuando el mago se convirtió en monstruo sucedieron las cosas más extrañas: todos perdieron la cordura al ver desaparecer las montañas y las almas de las baladas.  La dulce espera  desesperada; la dulce espera  amarga. Cuando el mago se convirtió en monstruo sucedieron las cosas más extrañas y de todas la mayor sin duda el poder de arrancarme las entrañas conjurando un par de palabras. 

Casi círculo (conjunto multibrot exponente 14)

Para aliviar mi obsesión por la simetría debo acostumbrarme a observarte con una mirada fractal: cuando ante mí en cualquier posición un retrato de ti se despliegue un centro aleatorio me será suficiente para que se itere en catorce desplazamientos periódicos hasta obtener un giro total de belleza radial proyectada hacia el infinito desde dimensiones decimales. Quizá así logre reflejar la estructura del placer que me das.

Inefable

Desplegó dos mil brazos, dos mil piernas, dos mil ojos;  mil pechos, mil cuellos, mil bocas, mil cabezas, mil rostros;  gritó un silencio hermoso que retumbó como mil truenos incendiando los temores de una criatura asustadiza refugiada en las paredes de su corazón. Mas la seguridad es una falsa ilusión y no fue todo estruendo y horror. Aquel grito fue también poema,  la canción del coro de los arcanos que lo rescató, el remanso tejido en los haces  y frecuencias en donde su alma se engendró.  Más allá del gozo, más allá del dolor,  más allá de las palabras o de aquella visión más allá de las coordenadas  que dibujan  el mundo, más allá de toda división,  en donde no hay posible descripción, donde no existes tú ni existo yo, en el uno eterno e indivisible: más allá nos encontramos los dos. 

memoría

Azul de noche: la serpiente emplumada  que muda de piel.

nubes cargadas que no llueven

no llueve pero oigo la lluvia caer delicada sobre las aceras los techos las ventanas y las telas de las prendas de transeúntes desprevenidos que olvidaron el paraguas percibo el detalle de las aguas chispoteando sobre las baldosas chispas que eran aire brumas que eran haces las rectas se deshacen entretejiendo trayectorias curvas multidireccionales una inusual familiaridad me atrae al caos efervescente que vive allí abajo gotas como rayos nubes como mares ríos de azul eléctrico recorren mi tórax con la intención de escaparse no llueve pero oigo la lluvia que cae desdibujando impresionista las formas en la calle se escurren después de confundirse por la punta de los dedos mis colores y allí veo un rastro de mí viajando por los canales hacia el inframundo

la disgregación obtenida y la deseada

los lobos luchan entre sí por desgarrar un pedazo de mi cuerpo tiran con violencia de cada lugar que lograr aprisionar  con la ansiedad del animal hambriento que presiente el invierno a lo lejos podría parecer que se esmeran en repartir recuerdos de mí en cada coordenada mientras yo entregado te miro brillar en el cenit  deseando que me hubieses abrasado  en tu núcleo  durante este mediodía

Ternura

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Guayasamín, Madre y niño.  Sé que eres valiente y doy fe de lo fuerte que eres: caerás muchas veces y te levantarás sin ayuda  casi siempre. Sé que no me necesitas y que no puedo protegerte de todas las vicisitudes  del mundo inclemente. Poco puedo prometerte,  poco puedo hacer frente a la crueldad consciente, frente al horror indiferente. No escaparás de lo que duele: de la pérdida,  el abandono,  el desprecio, el olvido, la enfermedad o la muerte.  Pero déjame quererte, admirarte, complacerte y arroparte. Eres irrepetible, déjame retratarte para recordarte antes de que la vida se me arrebate. Déjame ayudarte e iluminar tus pasos por el sendero por el que partirás más temprano que tarde. Déjame entretenerte, déjame darte la atención y el cuidado que mereces aunque yo no sea suficiente. Cada consciencia es un milagro en el que confluye todo accidente y la ternura es el milagro...

Escandente

Levántate desde tu raíz agárrate de cualquier rejilla disponible pero suéltala después vamos a quemarnos en el sol

Thriller

Me espiabas. Lo sé, te descubrí un par de veces. De repente te dejé de notar, aunque en retrospectiva sé que estabas allí por las pequeñas trampas que me dejaste. Disimuladamente empezaste a escabullirte pero no noté tu presencia acechando entre las sombras: solo apercibí el sabor amargo de las gotas del embrujo que vertías en el agua que bebía. Se te volvió costumbre: te instalaste sin vergüenza hasta que fue imposible ignorarte y empezaste a configurar lo que pensaba, sentía y veía a la medida de tu arte. No se aún si quieres desalojarme o si prefieres que sea tu esclavo. Tomé cartas en el asunto: Te vigilé, estudié tus tácticas, intenté contraatacar. Aun me resultas impredecible. Decidí rebelarme, expulsarte violentamente. Me entrené, me hice más fuerte, resistente, resiliente, sincero y asertivo... Luché. No pude vencerte. No me resigné, seguí luchando, pedí refuerzos, y confié en otro poder. Perdí. Entonces, sin razón aparen...

Habría dicho Filipides

Dejé el alma en el camino que me trae a esta ciudad de héroes cuyos destinos forjarán la posteridad. En el nombre del futuro, vuestro auxilio vengo a implorar: el rumor de un fin oscuro será pronto una realidad si no dejamos atrás ya nuestras viejas diferencias, si no cancelan el ritual y nos prestamos las ciencias. nuestra monstruosa amenaza no es el gran Imperio Persa es el tiempo y las farsas del olvido sin clemencia.

Lince

Lince esbelto de visos eléctricos, sonrisa que se esconde al lente de la memoria, rostro perdido a través del tiempo que me quedé viendo tantos viernes en la tarde sin tomar riesgo. Hoy me arrepiento de no haberte preguntado cualquier tontería como, por ejemplo, cuánto te tardabas en la ruta cuatro.