Hafid en Samarra
"Ya sé que vienes a matarme. No voy a oponer resistencia, no voy a huir. No estoy aterrado, es sólo que me sorprende que hayas llegado ahora, pues te estuve esperando esta mañana en Baghdad. Siéntate, pídete un trago, nadie nos encontrará en este lugar. Yo sé que también eres comerciante y que esto es un negocio para ti. Te entiendo. Los comerciantes somos los representantes más exactos de la humanidad, hacemos explícitamente lo que todos hacen la mayoría de las veces de manera encubierta. Somos conscientes de que todo al fin y al cabo es cuestión de supervivencia, pero no vendemos productos o servicios, vendemos creencias, vendemos ilusiones. Muchas de las cosas que vendí, mis clientes realmente no las necesitaban. Cuando detectaba que ellos creían que las necesitaban, elevaba el precio por encima de la cantidad de dinero que calculaba tenían en sus bolsillos. Mucha de la confianza que aparenté realmente no estaba, la fingí porque los clientes se lo entregan todo sólo a quien no ...