caed II
Dibujé su filo con mis letras y tomé mi pluma entre mi boca: a ella con mis dientes me aferré. No sentí miedo cuando la hoja empezaba a caer, yo mismo la desaté. ¿Cómo iba a saber que mi consciencia perduraría tantos segundos después? Aquí estoy, a una esfera he reducido mi extensión, sumido en esta impotencia soy por fin pura contemplación, un ser consciente de su extinción....