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Mostrando las entradas de septiembre, 2007

220 km/h

Con la misma prisa tus pensamientos vedados suceden y escapan, y tú apenas insinúas. Parece que tus palabras se tornan tenues pero es sólo la velocidad con que se alejan. Con la misma prisa correría mi sangre al verte si esta vía por donde te vas fuese un circuito y si tus ligeros e inagotables instintos te pidieran recogerme en la próxima vuelta. Así, cuando pase tu espíritu de nuevo, podrías por fin decirme tanto. Yo sería tu pasajero.
"Me marean las oscilaciones, nunca quiero reencarnar en un péndulo."
Pareces más tranquila de lo que pareces.
Pero no dices nada.

Un Niño Intenta Calmar Extrema Furia

Yo también soy un niño tratando de evitar una tragedia. Mi débil existencia aferrada a tu impulso, si bien no puede detener, obstaculiza. De algo tendrá que servir que haya más humanidad en mi pequeñez gobernada por sencillas emociones que en el volumen de tu cuerpo, de tus años y de tus elucubraciones.

actitud fenomenológica

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{ entrar a la imagen para apreciar detalles } Supongo que el parpadeo que interrumpió mi mirada atenta hacia ti no es más que un susurro lejano que se presenta a tu conciencia como una débil invitación a recorrer un nuevo horizonte de percepciones. Yo podré ser apenas parte de una vivencia tuya que se desarrolla, pero tú eres la unidad trascendental de mi experiencia.

"Persistencia del amarillo"

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Por aranta Tu cuerpo es oro hecho vida y su aura es literatura hermosa escrita en un extinto dialecto. Quien calcare tu anatomía queriendo registrar ese aroma, habrá de tomar al sol por tinta (e imprimirle un acento flemático al más fino y compacto material jamás visto). Mas para hacerlo un escultor tendría que deshacerse de la imperfección de sus manos y cincelar con lo que haya de divinidad en su alma. Aun después de haber sido arrojada al implacable tormento del devenir, aun así, persistes; persistes tan tranquila, tan brillante, tan dispuesta a ser amada.

"Quia mi est natalis dies"

Que el placer ilumine tu vida y cada rincón de tu cuerpo de una manera constante, aunque con grandes contrastes para que sea posible el recuerdo.