Necesito verte tanto que me hastíe de tu imagen, desdibujar tu belleza con la rigurosa costumbre que duerme lo extraordinario. Fingir que nunca exististe y con sutiles engaños lograr que yo mismo lo crea, verte como algo normal, como algo que puede ignorarse. No detectar ni tu fecundidad ni tu paz melancólica y reducir los hipnóticos contrastes que de ti percibo. Al fin y al cabo sé que son sólo ilusiones ópticas…