Universalización del amor
Hoy sólo aguardo en una larga espera mientras el día pasa húmedo y el viento frío. Una espera larga en mi alma guardo y a cada paso me pregunto si el hastío habrá de llegarme. Mas un cierto entusiasmo palpita y me mantiene vivo y la adaptación de una espontaneidad contagiosa. Son algunas de las virtudes de un tranquilo y alegre pesimismo, en donde lo absurdo y trágico son razones para la fe que convierte el mayor principio afectivo en el más real principio cosmológico. Hoy me pregunto también, ¿de dónde a aquí esta genial transformación que hace del mundo una metáfora del sentimiento? ¿de dónde surgió esta genial, estética y finamente absurda hermeneútica? Por lo demás, ¿podré siempre sostener con tanto agrado este sinsentido?