domingo, 29 de septiembre de 2013

aporía relativa a adverbios de lugar importantes

Uno siempre está aquí:
es imposible estar allá.

Considerando que, o estamos separados
-yo en el lugar que para tí es un "allí"
y tú en las coordenadas que llamas "acá"-
o ocupamos el mismo lugar,
entonces sucede que,
o bien nunca podremos acercarnos
-porque siempre estarás allá y yo aquí
(y yo no me puedo ir para allá porque se convertiría en aquí
y te desplazaría)-,
o bien somos la misma persona
(porque ambos estaríamos aquí y sólo uno puede estar en este lugar).

Por lo que sé
no somos la misma persona.
En consecuencia,
tenemos que aceptar que estamos condenados
a estar siempre en lugares diferentes:
yo seré para tí un "allá",
y tú jamás podrás ser para mí un "aquí".

¡Tragedia!:
nunca podría volver a tocarte
-si es que alguna vez te toqué-.

A no ser que sea posible hablar del acá y allí
como puntos intermedios entre el aquí y el allá:
el allí como una coordenada adyacente
que no escapa del espacio egocéntrico,
el acá como un aquí que permite grados de distancia
y que te acoje en un espacio íntimo entre más te acercas.

En tal caso, sólo el cálculo infinitesimal podría explicarnos
por qué podemos integrarnos a través de un proceso de aproximación
en el cual la distancia se hace más y más pequeña
pero nunca es igual a cero.

¿O serás acaso una faceta de mí que desde ésta yo no puedo controlar?
¿Una consciencia dividida entre dos cuerpos?
¿Es el espacio el lugar donde existen los objetos
o una matriz que surge a partir de las relaciones entre ellos?

Podría considerarse también la posibilidad de que todo el problema
fuese resuelto mediante el contacto,
eso en el caso de que estés dispuesta a abandonar la razón.

No lo sé, no lo sé,
¡suspendo el juicio!
si tú no estás aquí
yo sólo soy un ser ahí.

viernes, 27 de septiembre de 2013

الحرية

libertad
todo lo que necesitamos
es libertad
quiero que mi corazón sea un árbol abarrotado de frutas
para darte libertad
quiero que del caos emerja espontáneamente la estructura
en libertad
y que su existencia efímera pronto se diluya
en libertad...

y en verdad
donde esté quiero siempre querer estar
permanecer aún pudiendo siempre escapar
contártelo todo sin preferir callar
acompañarte siempre sin recriminar
y darte siempre bienestar
sólo porque se me da siempre
la regalada gana de darte bienestar

y evitar prometer si se puede amar...

y tener el derecho de pausar...

de repetir,
de saborear...

de reincidir en mis palabras
y en mis historias extrañas
y darte la tranquilidad
de poder interpretar todo esto
a tu libertad

que cada nota tenga el mismo valor tonal
que no tema bailar aunque no sé bailar
que métrica y rima puedan estar o no estar
que no tenga que trabajar por más de cuatro horas
que mis átomos se escapen de mí hacia el mar
que no pretenda eludir la aurora de la muerte

y evitar prometer si se puede amar...

quiero ser aire, pasajero y pista de aterrizaje
que me sienta feliz de que alguien más te ame
que no necesite realmente que me extrañes
y que nos demos cuenta juntos de que hay tantas tesis que valen
y que ninguna es definitiva...
excepto la de la libertad

lunes, 23 de septiembre de 2013

Mandelbrot

¿Es el sol o es la luz de tu rostro
la que se filtra entre las hojas de los árboles
y entre pasajes angostos e irregulares,
me brinda lo eterno en un instante?

Me cuesta creer que el tiempo fluya
entre la paz de estos infinitesimales
me cuesta creer que el fulgor total del cosmos
esté contenido en este rayo,
y que ese pequeño espacio vacío
rodeado por los bordes de las hojas
sea una colección de todos los mapas.

¿Es el sonido del viento moviendo las ramas
o es un susurro tuyo desde el futuro el que me acompaña?
¿Es la calidez del astro magno
o es un esbozo de felicidad en mi alma?

domingo, 8 de septiembre de 2013

א

el tiempo dejó de existir en este instante
en que la luz del día se rendía
alrededor de tu silueta
y es que lejos de ser una sombra cortante
el fondo y la figura confundidas
olvidaron tu bicicleta
lo bello se reunió a la salida del túnel
lo eterno se asomó por mi ventana
el rigor de las dimensiones que nos unen
en nacientes sentimientos colapsaba
y cada mundo, cada manto, cada fibra
otrora tensos radios del samsara
se enredaron pronto en un pulso de mi vida
como puntos infinitos que te ganas 

miércoles, 4 de septiembre de 2013

BWV 1


Cuán hermosamente reluces, estrella de la mañana,
llena de gracia y verdad por ti misma,
¡raíz de mi vida!
Tú, mi sol,
has poseído mi corazón,
amorosamente,
amigablemente,
hermosa y gloriosa,
grande y honesta,
plena en dones,
elevada y sublime.

Reflejan a Dios las mujeres que alumbran,
reina incluso de quienes no te han escogido,
cuán dulce es tu vida sin palabras
en cuyas vueltas mido mi edad
y cuya antigüedad nuestros antiguos padres se equivocaron en calcular.
Oh dulzura, pedazo del cielo,
bien sea tu tibieza, bien sea el mortal ardor,
no puedo arrancarte de mi corazón.

Llenen, divinas llamas celestes
este pecho escéptico que las anhela.
Mi alma percibe las pulsiones más fuertes
del más ardiente amor
y prueba en la Tierra el placer del cielo.

Un resplandor terrenal, la luz de un cuerpo particular
no conmueve tanto mi alma
como la luz de gozo que viene del Universo.
Porque la sublime armonía
que pretende describir la física
está allí para avivarme.
Porque se precisa que,
ante este sobreabundante privilegio
que el caos me trajo desde la eternidad
y que mi razón acoge,
me sienta fascinado.

Mi voz y el sonido de mis cuerdas
quieren ofrecerte
elogios y añoranzas.
Mi corazón y mi mente se alzan
a través de mi vida
en canciones,
mi reina, para cantarte.

Cuán lleno entonces está mi corazón de gozo,
que mi tesoro es alfa y omega,
el comienzo y el fin.
Para tu beneficio
me llevarás al paraíso
y yo aplaudiré diciendo
"¡Oh, sí! ¡Oh, sí!".
Ven, dulce corona, no te tardes tanto
Te espero con ansias.

(Tergiversación panteísta de la Cantata
Wie schön leuchetet der Morgestern
de Johann Sebastian Bach,
basada en el himno homónimo escrito por Phillp Nicolai)