lunes, 17 de octubre de 2016

{mi misma neurosis}

"Mis meditaciones fundamentales giran sobre dos temas, a saber:
sobre la unidad y sobre el infinito.
Las almas son unidades y los cuerpos multiplicidades, si bien infinitas,
de tal manera que la más pequeña partícula de polvo
contiene un mundo con infinidad de criaturas.
Y los microscopios han mostrado a los ojos
incluso más de un millón de animales vivos en una gota de agua.
Pero las unidades, aunque sean indivisibles y sin partes,
no por ello dejan de representar a las multiplicidades,
más o menos como todos los radios de una circunferencia se reúnen en el centro.
En esta reunión consiste la admirable naturaleza del sentir;
y ello hace también que cada alma sea como un mundo a parte,
representándose al mundo a su manera y según su punto de vista;
y por consiguiente toda alma, desde que empieza a existir,
debe ser tan duradera como el mundo mismo,
del cual ella es el espejo universal.
También esos espejos son universales:
cada alma representa exactamente el universo entero.
En efecto, no hay nada en el mundo que no experimente los efectos del resto,
aunque dicha influencia sea menos notable a medida que aumenta la distancia."

Extracto de la de G. W. Leibniz a la princesa electora Sofía
4 de Noviembre de 1696


martes, 11 de octubre de 2016

puzzle

escribo para trastornar
rompecabezas
muy poco resueltos

uno que no pude armar
no encontré las piezas
de los lados rectos


domingo, 9 de octubre de 2016

La puerta

Llegado el momento,
querido Séneca,
parecías tener algo de prisa
en dejarnos solamente como ejemplo
de estoica serenidad
hasta el último momento de tu vida.

Prisa en demostrarnos
que en el alma nadie nos gobierna.

No fuiste traicionado por tu alumno,
ni víctima de una conspiración política.
Tu vida no fue arrebatada por el cuchillo, 
ni por orden del tirano, ni por injusticia.
El veneno que mató a Sócrates
tampoco la arrebató, ni la sevicia,
ni se escapó en la sangre diluida
con el agua de la bañera.

Tu vida retornó con el pneuma,
tu aliento vital  particular
se fusionó con el cálido vapor
que constituye todo el cosmos.

Así tenía que ser,
lo sabías con certeza:
la puerta por la que todos saldremos
siempre ha estado abierta.