no me importa cuántos años tengo
solo puedo contar mis heridas de guerra
las más profundas y destructivas
por supuesto
las guerras son las que forjan
los calendarios
los días y los noches en batalla
son un amalgama indiscernible de tiempos
y cuando menos piensas
entre trincheras y campamentos
te has hecho viejo
algunas son la marca abrupta
del encuentro entre la piel
y el arma enemiga
algunas otras son la lenta tortura
de la erosión que en el cuerpo
dejan las jornadas y sus cargas
y de las fricciones lascerantes
con la armadura
no me importa cuántos años tengo
solo puedo contar mis heridas de guerra
tenía once
ayer otra vez caí postrado
por el borde herrumbroso
y envenenado
de una hoja de metal
y una palabra
me fui a dormir
tratando de huir del horror
de esta nueva afrenta
me desperté atropellado
por la consciencia
el ímpetu del dolor
se rehusa violentamente
a ser ignorado
no sé si sobrevivir es un milagro
o una condena
para un enfermero que entre las tropas
por fuerza se ha vuelto un soldado
no me importa cuántos años tengo
solo puedo contar mis heridas de guerra
y de estas
ahora
ya doce tengo
las cicatrices son más reales
que los aniversarios
miércoles, 15 de noviembre de 2023
sobre lo etario
domingo, 12 de noviembre de 2023
Monica Bellucci
¿Recuerdas Sicilia?
Armada solo de un dulce presentimiento
me rescataste
y desde entonces fue tan fácil existir
como ser viento que viene del mar,
como ser esplendor del sol.
Cada vez que te veo
en tu mirada destella
mi única epifanía.
De tu boca un susurro
es un hechizo
que reviste de sentido
a cualquier infortunio.
El valor con el que me lancé al abismo
en tu procura
solo pudo haber sido
la expresión de la fe más pura.
Fui por ti al infierno
y podría volver,
reversaré otra vez el curso de los ríos:
todo lo que sea preciso
para poderte proteger.
Si todo de ti me dieras
no se agotarían tus misterios:
¿cómo vive un infinito
confinado dentro de las fronteras de tu piel?
Resguardémonos en la ciudad del castillo
o ven conmigo a la ladera de la joven cordillera.
A tu capricho seré fiel.
¿Por qué creiste en mí?
¿Por qué me salvaste del destierro?
¿Cuál milagro, cuál delirio,
me ilumino a tu atención?
Ninguna virtud me haría merecedor
del favor de tus caricias,
ningún motivo sería razón suficiente
de tu amor.
Nada se puede comparar
al privilegio de habitar tu calor.
Tu gozo es mi gozo,
tu deseo mi absoluta absolución.