¿Cuántas veces no he soñado con tu fluorescencia,
con tus colores eléctricos y tu ritmo de ascenso?
¿Cuántas veces no he sugerido que tú sientes
de la misma manera en que yo siento?
¿Cuántas veces no habré pensado
en ser un rayo de luz y traspasar tu cuerpo?
¿No te das cuenta que lo que deseo
es arder entre tus brazos
y sentir la paz de tu veneno?
2 comentarios:
Por mi propia memoria, por el insensato deseo de sentido, me he propuesto de vez en cuando por lo menos señalar cuál es el punto de partida de estas divagaciones.
Este texto ha sido inspirado en sueños que efectivamente he tenido con medusas. Creo que han sido más bien visiones, me pasó hace poco al observar mi deseo y dejar a mi mente describirlo libremente, me lo presentaba moviéndose en el fondo de un mar oscuro tan místico como una medusa.
Ayer vi "Seven Pounds" y me antojé de tener una medusa en un acuario. Este ser juega un papel muy importante en la película.
Y bueno, por estos días, han rondado en mí imágenes relacionadas con el agua -que tan reveladoras le pueden resultar al psicoanálisis en términos de deseo de existencia amniótica-, entre otras razones por el conocimiento de un texto similar, "amerizaje", escrito por la consciencia de un ser de la luna.
oh por dios...
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