viernes, 9 de noviembre de 2007

sánitas

Quisiera ser médico.
Erradicar los males que envician la autoconstitución de tu naturaleza
combatiéndolos con el bien que lograste merecer.
Lograr que tu alma fluya a través de tu cuerpo
cumpliendo el radiante destino que le soñé.
Donar algo a la búsqueda de las condiciones que necesitas cumplir
para seguir viviendo.
Ayudarte a formar los hábitos y las disposiciones requeridas
para superar las dificultades implicadas
por la búsqueda de tu morada en el ser.
Si Asclepio y Apolo me bendijeran con las divinas destrezas que amparan,
ensayaría primero una tal alopatía,
mas luego arremetería homeopáticamente
a cometer el tiranicidio de esa maldita aflicción.