miércoles, 29 de agosto de 2012

Alma Mater

Estoy rondando tu casa, 
Madre mía,
mareado de las vueltas que da la vida.

Y la puerta está abierta
-no sé si me sientas-
-no sé si me esperas-
-no sé si me preparaste la comida-.

Estoy rondando tu alma,
Madre mía,
me pregunto si pudiera algún día
volver a ser tu hijo. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es una buena interpretación de la nostalgia que nos producen nuestras antiguas aulas de clase, esas aulas que sirvieron para convertirnos en unas mejores personas..