Solías resultarme tan bella...
no podía resistirme al sútil encanto azulado de tu presencia
tu grácil silueta solía inspirarme
como inspira un amor distante, real e imposible.
Solías llenarme de algo así como una esencia.
Hoy eres una sombra pesada y amorfa,
náusea acosadora,
fastidio extendido e implacable,
ansiedad enferma que me roba, invade y asfixia.
Privilegiabas mi alma con tu virtud exclusiva,
hoy quieres volverme común
o quieres robarme la vida.
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