Fascinación por sentir
cómo tu atención confluía totalmente en una trama de ideas
y millones de neuronas jóvenes trataban de diseñar una estrategia.
Ese balance entre electricidad y consciencia
que jamás repetirá el universo
fue inspirado por la relación posicional
de unas simples piezas,
piezas de engañosa materialidad dispuestas
en escaques negros y blancos.
Sentí como te enamorabas de las posibilidades complejas
generadas por unas simples reglas
mientras yo me enamoraba de la inocencia.
Ojalá las nociones impuestas de utilidad
nunca mancharan nuestra ética,
ojalá fueramos así,
capaces siempre de disfrutar
la belleza pura y abstracta
propia de la aritmética.
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