Pequeña escoria,
invención maldita
¿con qué permiso
invadiste el reino del sentido?
¿por qué tu ausencia,
como un carcelero,
me encierra y amarra,
y nos mantiene lejos?
Una abstracta cadena
será dueña perpetua de mi empeño,
y con esta condena
sólo se prueba la libertad en los sueños.
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