Apareces en mis pensamientos más sublimes,
no puedo concebir plan alguno sin ti,
impregnas con tu aroma cada rincón,
cada esperanza, cada decisión.
E imagino, como todos, que contigo seré feliz.
Una niebla corrosiva se expande
a lo largo de la rivera y el valle...
aunque nadie lo diga, todos la quieren asir:
no tiene fin la sed de atraparte.
De esa multitud hipócrita
que te desea por las mismas ilusiones
y te seduce siempre con las mismas estrategias
yo quiero escaparme.
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