Sigue rotando alrededor mío, es precioso tu baile,
pero has de saber que en nada me beneficio,
pues nada necesito:
de nada le sirve el combustible
a un fuego que se ha extinguido.
Sigue rotando alrededor mío,
pero hazlo por ti,
imagíname sólo si imaginarme
puede conducir a extinguirte.
Desde entonces soy un símbolo,
ya no soy una persona,
ya no me pertenezco.
Un símbolo, nada más que un símbolo,
y así sólo un ritual puede mantenterme vivo.
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