Porque a veces es importante
no darle tanta a importancia
a las puertas de la derecha
(aquellas que revelan el aspecto más borroso),
procura entrecerrarlas con arrojo
y abrir las izquierdas con presteza.
Borra las letras y emite una sonrisa ligera,
como si no pesara ninguna existencia sobre tí;
aprende a aprender y aprende a partir.
No te aferres a ningún lugar, menos a dolor alguno,
Y más importante aún, no cultives tu memoria,
acaso tu sincero orgullo.
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