martes, 18 de mayo de 2004

No me veo claramente en el espejo,
tu niebla se interpone entre nosotros,
al ver tus ojos no me reflejo en ellos;
cuando acaricio tu cabello,
no sientes ningún movimiento;
aquellos tesoros cedidos,
no alteran tu peso;
el aire no se te ha hecho más cálido;
mi presencia, no la has notado.

¿De tanto jugar a esconderme, me volví incorpóreo?,
¿tan incorpóreo, hasta que quedé en silencio?,
¿tan silencioso, que ahora estoy vacío?,
¿y este vacío, devino transparencia?,
¿tan transparente?,
¿tan invisible?...

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