sábado, 3 de abril de 2004

"de suerte que los de tal naturaleza mantienen entre sí
una comunidad mucho mayor que la de los hijos
y una amistad más sólida,
puesto que tienen en común
hijos más bellos y más inmortales”
(209c5-9).

Transparencia. Me alegra mucho poder ahora soportar tu mirada y permitir que a través de mis ojos esculques mi espíritu a tu voluntad. El brillo de los tuyos es cada vez más puro, como cada vez más diáfana mi manera de ocultar. Yo me siento siempre lejos, lejos siempre, como imperteneciente a cualquier lugar; pero a tu delicada distancia y a la atención de tus brazos, a la belleza del aura, querré siempre regresar.

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