miércoles, 29 de septiembre de 2004

¿A quién se debe culpar?

Si soy tan diferente a cada instante, ¿qué me hace suponer que haya algo en mí lo suficientemente permanente como para decir "ese soy yo"?

miércoles, 22 de septiembre de 2004

Retiro espiritual

Me intriga tanto saber qué ves cuando miras a mis ojos como enfocando a lo lejos,
como si fueran una ventana, como si fueran profundos.
Te intriga tanto saber por qué siempre siento que todo es un regalo inmerecido.
Quisiera ser allí lo más diáfano que pueda ser.
Quizá entre las montañas pueda expulsar el ardor que hay en mi alma.
Quisiera luego poder volver.

martes, 21 de septiembre de 2004

"Democracia"

Toda mi ciudad de almas gobernada por las esquinas tiránicas de unos ojos, por los pliegues totalitaristas de unos labios. Todos sus sabios, todos los bellos, todos los fuertes, todos ellos subyugados en aparente libertad, en ilusión de democracia. Cualquier exigencia vuestra es un favor que siempre quisimos que por vos nos fuera concedido. Haz con estas almas, divina divinidad, lo que bien plazcas. Ésa es realmente nuestra voluntad.

domingo, 19 de septiembre de 2004

Electricidad

Soñé que un hombre llegaba al cielo, a ese claro y confortable cuarto donde duerme Dios, a la pequeña alcoba divina. Sentía su felicidad como mía. La dueña y sustento del cielo le daba la bienvenida. Detrás de él, cabalgando un armario, llegó una fastidiosa comunidad de pequeños hombres gobernados también por una mujer. Los hombrecillos pretendían llevarse consigo de vuelta al recién llegado y le hacían sentir fuertemente que el no merecía este lugar. Yo sentía su angustía como mía. Yo sentía que el sabía que ellos tenían razón en una medida proporcional a su tamaño. Entonces él pidió auxilio a la reina celeste, quien lo miró extrañada, pues no veía a las pequeñas personas que lo estaban acosando. Fue allí cuando, de pronto, la osada líder de los minúsculos se avalanzó a atraparlo, mientras el trataba de alejarlos con su florete. Logró el jovén en una muy hábil maniobra atrapar a la pequeña mujer, y temeroso logró ponérsela en las manos a la divina esposa del dueño del cielo, y ella comparó lo recibido con muchas cosas insignificantes, dentro de las cuales sólo recuerdo que dijo: "esto no es más que un pepino". Y yo volteé y vi que, efectivamente, entre las manos de mi amada no había más que un rechoncho pepino. El pobre jovén se había llevado sus miedos al cielo, y sólo él los veía, mas yo sentía su desesperación como mía.

¿Quién era yo? Yo era algo impersonal, yo era un observador sin presencia en la escena, pero estaba acostado en la cama principal, y mi amada yacía en una colchoneta, a mi derecha en el piso. Yo veía todo, pero nadie me veía a mí, yo era imperceptible. Yo era, en parte, el joven que había llegado al cielo y que sentía miedo de que las pequeñeces le arrebataran su derecho. Pero yo era, ante todo, el Dios impotente, que sentía el dolor y la tristeza mías como mías.

Hoy me abrumó un miedo eléctrico que me hizo recordar la tenacidad de mi sueño. Fue por tu culpa.

sábado, 18 de septiembre de 2004

A propósito

Nada es más tangible que el amor.
No hay bien más excelente y bello que la amistad.

martes, 14 de septiembre de 2004

Flujo de conciencia

Puesto que soy puro silencio, y el silencio es la posibilidad de cualquier palabra, teniendo en cuenta que has comprendido lo que siempre intento decir y dado que te gusta mi sonrisa, no dejaré que me sigas, no sin que yo también te siga, considerando la belleza que sólo a mí me dedicas. Y así surgen los espirales inmortales, y siempre en esa dinámica, y repitiendo los ciclos, dando vueltas sobre lo mismo pero ahora un nivel arriba. Un nivel arriba, y la vida como un péndulo, pero cuando vuelves es mejor y, por lo tanto, es diferente. Aquí estoy yo, escondiénme sólo para que me descubras. Y retomando las palabras, y enlazándolas de una manera diferente, y creando nuevas ideas por entrecruzamiento de otra viejas. Nada hay nuevo bajo el sol. Todos los besos ya fueron dados, pero ninguno de los que murieron los están dando hoy. Esta noche en que no quiero volver. Esta es la noche en la que perdí a todos mis amigos. Quizá se deba a que ya no soy yo. Pero la soledad es la posibilidad de cualquier sentimiento y, considerando que todo es absurdo, yo puedo escoger el que a bien tenga. Así que elijo la alegría. Nada tiene sentido, por fortuna.

sábado, 11 de septiembre de 2004

[ohon]

Esta noche estoy afuera, y tú justo en el umbral.
Esta noche estoy afuera, y el calor te hace temblar.
Esta noche no quisiera dejar de verlos brillar.

Reflejan la esperanza por lo que llegará, con un dulce miedo de fondo, como el oscuro tinte que permite que veamos toda esa luz en los espejos. No quisiera dejar de verlos brillar. Estamos aplazando el instante del retorno a la humedad. Adivinarás que adivino lo que adivinas, que justo aquí hemos fundado una nación azul. Mi voluntad coincide con el ritmo y las pausas de lo que sucede. Mi alma es el arma con la que te despedí a la guerra, y yo me pierdo en esta noche ya sabiendo que el intento de la belleza por penetrarnos no da tregua. No da tregua. Cómo palpita tu valentia, cómo palpita en esta noche en la que estoy afuera, y tú justo en el umbral. Esta noche estoy afuera, y el calor te hace temblar. Esta noche no quisiera dejar de verlos brillar. Esta noche cualquier pausa es un excelente lugar.

martes, 7 de septiembre de 2004

Ecología

Somos inesenciales con respecto al mundo, absolutamente prescindibles. Por más que persistamos no podremos persuadir a la naturaleza de que mantenga nuestra existencia individual en su seno por más tiempo del tarda un organismo humano es corromperse. Las empresas humanas son perecederas y siempre tan breves que cuando termines de exhalar se habrán extinto millones. Pero el orgullo -que en el fondo es puro miedo- nos impulsa a creer que es posible elevarnos por encima de la creación, a aplastar a todo lo existente en un esfuerzo vano por permanecer. Queremos hacernos notar, tratamos de alimentarnos de la ilusión de ser importantes. Si persigues la fama, no haces más que revolcarte en el fango de tu vanidad, que terminará por consumirte vivo, porque la mera fama -considerada en sí misma- exige mucha dedicación y sacrificio que nunca es retribuido.¿De qué le sirve a Homero que aun lo recordemos? ¡Está muerto! Es tan sencillo como eso, no puede disfrutar del renombre de su excelencia. Feliz él si se conformó con decir y obrar justa y prósperamente durante su vida para su propio deleite ¡Pero ya está muerto! No hay prolongación de la existencia, ni en nuestros hijos, ni por nuestras ideas. Objetivamente somos usados por otras formas de vida que a la vez serán usadas por otras, y así sucesivamente. Tampoco existe algo así como ?nuestras ideas?: cualquier profunda idea filosófica que se te ocurra, genio, ya se le ha ocurrido a alguien.
Haz lo que tienes que hacer para ser feliz ahora, porque todavía no ha llegado el momento futuro y el pasado ya no puede volver a vivirse. No luches contra la naturaleza, no contra el orden que todo lo gobierna. Date cuenta que eso de creerte ?individuo? te enferma. Eres absolutamente prescindible y todas las memorias terminarán por consumirse.

domingo, 5 de septiembre de 2004

Estático. . .
tan estático. . .
tan profundo. . .
tan inajenable. . .
tan tuyo. . .
tan mío. . .
tan nuestro. . .
tan de nadie. . .
tan indescriptible. . .
tan profundo. . .
tan esencial. . .
tan indescifrable. . .
tan superfluo. . .
tan ilusorio. . .
tan confuso. . .
tan imperdonable. . .
hermoso. . .
lento. . .
vivo. . .
y fulminante. . .

sábado, 4 de septiembre de 2004

miércoles, 1 de septiembre de 2004

Experimento

Tener la ventana y ver a través y a lo lejos de ti
y así convertir mi arte adivinatorio en sagrada ciencia.
Tener la tinaja y engañar con el reflejo tan gris
y así transcurrir, llenarla gota a gota con tu impaciencia.
Tener la ventaja de ser ahora el complejo y sutil
que penetra sagazmente en lo onírico de tu conciencia.